La falsa confianza del autoengaño...

La reunión del comité Político del PLD del sábado se perdió en el enrarecido ambiente provocado por el revólver humeante de Felucho.

El hombre anda por estos días dedicado a la música, recopila y produce una colección invaluable y revisa unos libros que lleva años escribiendo y piensa publicar.

Debiera estar frío, o por lo menos fresco, ya que está confinado en la zona con la mejor temperatura del país: Jarabacoa. Solo que cuando baja de la loma al llano, recuerda su antiguo oficio de vaquero y dispara a forajidos (reales o presuntos) que encuentra en la cantina del pueblo.

Leonel fue la víctima de ocasión.

La distracción impidió que se conocieran detalles del encuentro. Por ejemplo, un punto que no estaba en agenda, pero consumió tiempo.

La presidencia del partido a manos de Danilo.

Unos opinaron a favor, otros en contra, hasta que el propio beneficiario zanjó la diferencia y cerró la discusión. No era necesario, el partido no ganó, pero tampoco colapsó.

El PLD quedó con tierras, bueyes, arados y numerosos jornaleros dispuestos a trabajar de la mañana a la noche para recuperar la cosecha.

La forzada confianza del auto engaño.