La mala suerte del “chiquito”

Van a botar a uno que echó gasolina de más...

Qué ameno es el director de Ética del gobierno que habla o actúa como si hubiera inventado la inocencia.

El movimiento Verde si fuera justo le sacara comida aparte y lo pusiera como ejemplo de funcionario que combate la corrupción y no admite impunidad.

Además de que cuenta con el favor del presidente, y este no solo acoge sus recomendaciones, sino que las asume y procede en consecuencia.

Ahora mismo Lidio está a la espera de un decreto que destituirá a un viceministro (léase bien: viceministro) que se pasó de confianza. Echó a un vehículo (el propio, el suyo, el personal) combustible de la institución en que presta servicio. ¡Habráse visto mayor afrenta!

Sectores del país marchan por zonas y pueblos contra el aprovechamiento indebido de fondos públicos, el gobierno firmó un acuerdo con Odebrecht para reivindicar ganancias excesivas y la Procuraduría investiga sobornos. Todo en decenas o centenas de millones de dólares.

Sin embargo, ahora se cuenta como un mal chiste que a un cargo de segunda categoría lo van a botar por robarse no se sabe cuántos galones de gasolina.

Este es un país, o gobierno, verdaderamente especial.