La zapata política de Yimy lo apoyó...

Ya nada asombra al dominicano de hoy...

El dominicano se curó de espantos, y parece que con remedio casero. No tiene que ponerse la mano en la cabeza en señal de alarma ni en la boca para expresar asombro.

Las situaciones raras o chocantes se producen con tanta frecuencia que ya no sublevan el espíritu ni provocan congojas.

A un dirigente estudiantil lo someten por falsificación y sus compañeros protestan la “afrenta” de manera violenta, como todo lo que sucede en la Uasd.

El sujeto es muy Yimy, pero tiene buena Zapata. Además de llevar doble vida. En la universidad es estudiante y en la calle político. Político con suerte, hay que decir, pues su partido no lo puso en salmuera, como era lo propio, pero sí se ocupó de su barra de defensa.

La solidaridad no conoce límites y la moral puede seguir durmiendo, pues a qué despertarse si comparte cama con la colindancia y la complicidad arropa mejor que cualquier sábana.

Antes se hablaba de dar un ejemplo, y se entendía que el castigo era necesario e inminente. Ahora se tiene el ejemplo, aunque el modelo no sea el más digno.

La política y el interés se fueron a la Uasd un día sin que se conociera del amor que a Yimy se le tenía...