¿Le quitó Luis a Milagros a David?

Los cronistas no llevan la cuenta, pero el deporte que mejor practican los políticos o los partidos es la de juramentar los mismos. Los juramentan cuando vuelven, y se supone que en el padrón estaban, y por igual cuando se pasan de un grupo a otro dentro del mismo partido.

Del PRD van al PRM y del PRM vuelven para el PRD. Nada extraordinario, algo parecido a dar una vuelta a la manzana. Solo que todo el que llega quiere que le hagan una bullita y le saquen fotos, como los muchachos de gira a la playa.

La guagua lo sabe, pero el barrio tiene que enterarse.

Geanilda se fue con Papá y se anuncia que Aníbal, que se creía en el PRD, hará otro tanto. Luis no se queda atrás y le levanta la mano a Milagros, a quien se pensaba con David. Confusión en las gradas, pues peloteros conocidos ahora exhiben uniformes nuevos.

Cuando un chusco le preguntó a Luis si había despojado a David, respondió con el rosario de la mañana: “Milagros no es de nadie, Milagros es de la patria”.

En la radio más cercana se oyó a Milanés: “La prefiero compartida...”