Males viejos que surgen de nuevo

El trasiego de carbón hacia Haití, por ejemplo

Muchos males que se daban por desaparecidos, y cuya eliminación fue celebrada como un logro de salud, volvieron por la puerta de atrás y ahora más grave que antes. La tuberculosis, por citar uno, aunque es mayor el número y más grande la afrenta.

Igual, situaciones que se creían controladas al máximo, y después de años de denuncias, afanes, trabajos y medidas heroicas, ahora se habla de ellas como inconveniente nuevo. El trasiego de leña y carbón de aquí hacia Haití, por ejemplo.

El producto entra y a nadie del otro lado le molesta que lo haga por tierra, por mar o por aire. Lo que importa es que llegue, y eso no sucedía con los famosos 23. La información la dio un alto oficial, y lo hizo como si fuera la noticia del año, y demostración del celo con que los organismos armados cuidan el territorio nacional.

El cargamento de leña fue detectado e impedido. Y se cree una acción plausible, y lo es, pero no suficiente. Las autoridades deben conocer el cálculo ominoso. Por cada uno que agarren, nueve pasan y cumplen su destino fatídico. Después del palo cortado como leña o quemado como carbón, ni Dios lo devuelve a la mata.