Margarita calentó la pista... ¿a su favor?

A partir de ahora, la verán con otros lentes

Si Margarita quiso salirse de las sombras del Palacio y ponerse donde la viera Hillary, lo consiguió con creces. No es lo mismo manejar programas sociales que impactar en política, y en política estaba floja, muy floja.

Nadie la haló para lo hondo, ella se metió solita, y en ningún modo para matarse a sí misma como Chacumbele. Reinaldo la acusa de “exceso de imprudencia”.

Rubén Darío hubiera sido más poético y generoso: “ Margarita, está linda la mar...”. La política de estos días, sin embargo, no está para esos raptos de ternura.

Reinaldo sabe, o sospecha, que ese spot no fue obra del despacho, y que aunque se hace difícil separar el cargo de la persona, más que la Vicepresidenta, fue la candidata.

La reacción de la gente en general, y no sólo de los compañeros de partido, alarmó a la protagonista, pero también al equipo de asesores.

Alguien le oyó decir con dudas “... pero así no fue que hablamos...”, y la respuesta se le sobrepuso por decidida: “Lo importante es que ya estamos en la pista, y ahora sólo nos cuesta bailar, y hacerlo bien”.