Mejor... en directo y sin editar

Jugar con la opinión pública es mala maña

Al populismo siempre le retoza un show y al aire libre y en tarima todo le sale bien. Y un aplauso fácil nunca le cae mal. Si se pudiera, o si se quisiera, la Ley de Partidos se resolviera en un dos por tres con el llamado del presidente.

Como la legislación trata de partidos y se les confiere el derecho de gestionar sus propias normas, la primera diligencia debiera ser política. Al final serán las cámaras, pero mientras tanto y en lo que el caso llega, podría aprovecharse el clima, el ambiente y el ánimo para consensos públicos.

Pero no en recintos cerrados, en aposentos oscuros, sin la observación de la gente. Convendría que el liderazgo mayor del país compareciera a la televisión, y punto por y punto fuera dando salida al proyecto. Como se hizo con los miembros del Tribunal Electoral, que con dos audiencias se mató al perro y se acabó la rabia. Sería un ejercicio abierto y nadie podría cambiar de parecer. Así se corregiría la mala maña de jugar con la opinión pública y cada cual diría lo propio y no habría modo de falsear palabras. La población vería el espectáculo en directo y sin editar.