Mucha gente tirada a muerto...

Si como dijera alguien, las crisis crean oportunidades, el dominicano de toda condición no quiere perderse la actual y quiere participar del modo que sea. Aporta ideas o reclama cuotas.

No se sabe de dónde salió tanta gente experta que va por esas calles de Dios o a través de los medios de prensa prodigando ideas que -a todas luces- copia de países en similares circunstancias.

Conocen el protocolo de los organismos encargados de la salud del mundo o de la región y lo repiten sin rubor ni pudor.

Aunque igual aparece uno que otro de genio diferente y la intención reivindica su afán, como la sugerencia de que en los repartos de comida se incluyan juguetes.

El niño en la casa, con vacaciones forzadas, y que no puede moverse por el barrio como acostumbra en tiempos normales, necesita entretenimiento que aligere su obligada reclusión. Ojalá se pudiera.

Ahora, lo que sí fastidia, y hasta sorprende, es el ánimo marrullero de sectores que no se tenían como vulnerables, pero que al ver los montos disponibles, se tiran a muertos.

Como el caso de abogados, y también de cineastas, que quieren que los cuenten desde ya entre los damnificados.