Nada por aquí, nada por allá...

Las actas del PRM no aparecen ni con magia

Lo mejor en política es que pase algo y nadie sepa qué realmente, como en la convención del PRM.

Era a partes iguales y ahora resulta que uno de los bandos sacó más vicepresidentes y compensó al contrario con subsecretarios. No puede decirse de equilibrio perdido, pues cada cual acercaba sardina a su brasa, pero sí de intento fallido ya que el invento no funcionó.

La idea era promover confianza y crear un ambiente de credibilidad en una consulta menor, con una finalidad posterior: proveer condiciones para una competencia mayor.

Lo de Chú y su secretaría general es un resabio que difícilmente sea avalado por grupo, pues él siempre fue un candidato sombra. El producto subsidiario que va al mercado a proteger la marca. La experiencia con cervezas y cigarrillos es ampliamente conocida. Lo suyo era bajar el voto de Carolina, de manera que Paliza se fuera arriba a la hora de registrar porcentajes. Un objetivo fácil de adivinar. Lo de las vicepresidencias fue tan truco de calle que al mago se le cayó el sombrero y el conejo salió huyendo. David Copperfield no encuentra las actas.