¿Neutral con Venezuela? Imposible...

Nadie se explica la actitud dominicana...

La encrucijada la provee el mundo, la historia o simplemente cae del cielo. Con Venezuela, por ejemplo, no se puede ser neutro. La situación que cada día se complica obliga a estar a favor o en contra.

Lo de Dominicana no se entiende, y no lo entienden los dominicanos, sean partidarios del gobierno o de la oposición, y la razón es muy simple. Las autoridades no explican de manera clara la posición. El Canciller acude a todas las citas y participa en los consensos. Sólo que se queda fuera o argumenta lejos de la mesa.

Muchos países –cercanos o distantes– viven en conflictos, y a la política exterior dominicana pueden irles o no venirles. Pero con Venezuela no.

Hay demasiado por el medio, o de allá para acá o de acá para allá, para que no se vea a los venezolanos con ojos de piedad o se practique la solidaridad. La gente se pregunta y no se responde el motivo para que RD sea renuente a pronunciarse como otras naciones del continente. Maduro no vale una misa, y ni siquiera petróleo, que ya no se compra o tampoco se fía. Ni me debes, ni te debo, y con todo derecho y libertad de palabras.

¿Cuál es realmente el problema?