Odebrecht se quedó para después...

Sea que la Procuraduría haya terminado su investigación sobre los sobornos de Odebrecht, o la comisión de Punta Catalina haya rendido su informe, el Presidente tiene hasta febrero para reaccionar.

Pudiera hacerlo ahora, hablando al país desde el Palacio Nacional, pero por estrategia o la razón que fuera, se prefirió hacer una encuesta.

No importa el hecho, si grave o no, sino si afecta y cómo la Presidencia o al Presidente, pues preocupa la gobernabilidad de la gobernabilidad.

Los mangos maduros caen de la mata, y maduros se pueden aprovechar, que podridos no, pero como no corresponden a una sola mata, hay que cuidarse de que todos no sean del predio del vecino.

Sin embargo, en febrero deberá comparecer ante la reunión conjunta de las cámaras y rendir cuentas a la nación. ¿Cómo hablar de todo, de las obras hechas o por hacer, o del éxito de las políticas públicas, y no referirse al clima moral, sea de la República o de la Administración?

Pase lo que pase, y está pasando, el mandatario tiene hasta febrero. Después de febrero ya no habría plazo y Veracruz dejaría de ser su calle.