Que se vayan todos... ¿O no?

Es un chiste viejo, pero parece un cuento, y cada día mejor, como si fuera Gardel cantando. El del grupo de hombres que toma por asalto un convento y decide violar a todas las monjas.

Una de las reclusas se conduele de la madre superiora y pide que la excluyan, pero esta replica dispuesta al sacrificio: “Sor, él dijo que a todas”.

Igual sucede con el PRM y los órganos electorales.

En habladurías de patio se daba por seguro que algunos de los actuales miembros de la Junta y del Tribunal se quedarían. Que habrían hecho la diligencia y tendrían la promesa en firme.

Sería otra versión del transfuguismo que caracteriza el medio político dominicano. La oposición siempre tuvo su hombre en la Junta, conocido y reconocido.

Pero viendo bien, ahora podría ser más de uno.

Se supone (repito: se supone) que por donde se mueve el PRSC se moverá Quico, pues desde el principio ese fue su patrocinio.

Sin embargo, en la carta a Monseñor el PRM los borra a todos con sica de gato, y demanda “renovación total” en la JCE y “renovación completa” en el TSE. No se salva nadie.

Como replicara la madre superiora: “Sor, él dijo a todas... a todas...”