Reformistas que no saben qué son...

Se declaran danilistas y ahora reeleccionistas

El cazador sabe que no basta con disparar, ni siquiera disparar a la pieza, sino hacerlo con puntería.

Se suponía que los reformistas eran balagueristas, y como eran balagueristas, eran reeleccionista. Pues mire que no. La cosa era al revés.

Eran reeleccionistas, y como Balaguer era reeleccionista, ellos eran balagueristas. Balaguer no lo sabía, o vino a saberlo después de muerto.

Su espíritu tomó cuenta y se desquitó con tres acciones memorables.

Voló una página de un discurso de Amable, movió una silla en un acto de Lila y tumbó a Gómez Bergés de una tarima del PRD. Si pudiera haría más, pero fueron tres deseos que pidió a San Pedro y no quedan más.

Como los reformistas son reeleccionistas, los de la disidencia se declaran danilistas, en la creencia de que el presidente va. Solo que lo hacen sin puntería, y como disparan al cielo, las suyas son balas perdidas. Dicen que la reelección es cosa del pueblo.

Balaguer fue más original: era un instrumento del destino y el destino era reeleccionista. Los reformistas disidentes si quieren ser reeleccionistas y danilistas por la reelección, que lo sean, pero que mejoren la puntería.