Tigres con plumas o leones con trompa

Lo de los diputados desnudó a mucha gente

La política dominicana amaneció el jueves de la pasada semana con fronteras confundidas. El PRM dejó de ser PRM y el PLD dejó de ser PLD.

Danilo y Leonel con camisetas volteadas, y Luis e Hipólito con gorras diferentes. Un fenómeno que no se da siempre, aunque los políticos coquetean unos con otros y comen en mesa ajena.

Siendo como es el tiempo, espacioso, y las oportunidades, abiertas, Hipólito y Danilo no pudieron verse la cara antes o después, sino justo al cerrarse las apuestas.

Siendo tantos los vuelos entre Nueva York y Santo Domingo, y Leonel y Luis viajeros frecuentes, tuvieron que coincidir en avión una semana previa al juicio final.

Ninguno habló de la definición que se apresuraba en las cámaras, pero crearon ambiente y dieron a entender lo que al final fue.

En el Senado no hubo necesidad, pues la carga cubría todo el lomo del burro y no había que arreglarla en el camino. En la Cámara sí, y nadie duda de lo ocurrido.

Lo de Hipólito es de Danilo y lo de Luis de Leonel, como si los límites hubieran desaparecido por arte de circunstancia y de conveniencia.

Y no lo dijo Adela, se vio en el Pley de la Normal.