Un “yuquicidio” en la Línea Noroeste

¿Cómo reparar el daño a uno con hambre?

El hecho se produjo por los lados de la Línea, donde el diablo da voces y nadie lo oye, pero donde por igual se crean situaciones inauditas. Una jueza dictó medida de coerción contra un hombre al que se acusa de robarse 7 libras de yuca, cantidad que daría sólo para un “jervío”.

Llegada la noticia a la capital fue la de Belén y los pastores, pues la Defensoría Pública se rasgó las vestiduras y se originó una discusión muy cargada de sazón. Como el chivo de la zona, todo orégano.

Habría que ver sin embargo cuál es el quid del asunto, si es lo ínfimo o el rango, pues no se pensaba que por allá la justicia se diera postín.

Medida de coerción suena a ciudad y a delito grande, y los tiempos no están para recrear episodios como el de Los Miserables de Víctor Hugo.

Al protagonista principal le impusieron en una primera sentencia 5 años de cárcel por robar pan para su familia, una pena excesiva, sin importar época. Aunque sirvió de tema a una de las obras más importantes la literatura del siglo XIX.

¿Cómo reparar, pues, el daño a un pobre hombre que quiso comer yuca y que sólo conocía el maroteo?