Una Cámara de Cuentas que cuente...
¿De dónde salieron los datos de las denuncias?
Gobierno nuevo, divisa de cambio, fin de una era, obliga a las autoridades a organizarse de manera que el temperamento se corresponda con la naturaleza.
No hay, al parecer, conciencia plena del ejercicio del poder, y mejor irse por las ramas que asumirse tronco o buscar las raíces.
Por ejemplo. Ahora viene el cuento de las auditorías como escrutinio extraordinario, un hecho que resulta inexplicable, pues se suponen cuentas claras.
Esos arqueos debieran existir como rutina institucional, pues lo establece una ley y existe la Cámara de Cuentas para tales fines.
La auditoría debiera ser un ejercicio permanente y rendirse y tenerse a manos sus resultados para cuando se presente la ocasión.
Igual la declaración jurada.
¿De dónde salían todas esas informaciones sobre malos manejos administrativos que se convirtieron en denuncias y sirvieron a la causa de la oposición ahora gobierno?
¿Cómo solicitar o aceptar auditorías de un organismo que se acusó de negligencia y parcialidad? El loco de la calle aconseja renovación.
Una Cámara de Cuentas que sepa contar.
La "doctora" Elizabeth Silverio participó en análisis de ley sobre autismo
Científicos de todo el mundo debaten sobre los problemas del ruido humano en el mar
Aplazan conocimiento de coerción a Luis Brito, acusado en la muerte de Joshua Omar
¿Qué artículo de la Constitución cita el Senasa para dotar de seguro médico a los presos?
Anuncia retrasos en la emisión de visas para hijos y parejas de residentes de EE.UU.