Ed. - ¿Cuál es el afán?

Cada día más, la gente percibe un afán en el Gobierno de tomar medidas que lindan en la ilegalidad, o que son sencillamente ilegales, la renuencia a realizar concursos públicos y una cantidad de "jugadas" de dudoso origen.

En verdad, en los últimos años se han aprobado numerosas leyes que darían la impresión, a quien no conozca la realidad, de que estamos ante un Estado modelo. La verdad, sin embargo, es otra.

Las dificultades para obtener informaciones en las distintas dependencias del Estado, son cada vez más visibles. Los escándalos con las obras que se levantan son frecuentes y las concesiones graciosas, como sacadas de un sombrero de mago, sólo se conocen cuando ya son un hecho cumplido.

Muchas leyes que, en sentido general, parecen pasos de avance, contienen escondidas por ahí cláusulas que las convierten en letra muerta, porque como decía el poeta, "aquí ni la censura lee", para no decir los legisladores.

Si un gobierno democrático es un gobierno transparente, éste no lo parece.