Cabildos y cementerios

Los cementerios son un dolor de cabeza para los ayuntamientos municipales que no han podido ser capaces de lograr unas rentas de los mismos que permitan su cuidado y ampliación permanente.

Para la mayoría de los ayuntamientos es casi imposible cobrar las anualidades por uso de terreno en los cementerios. Los dolientes pagan sin problema el derecho para enterrar a su deudo, pero luego son remisos para cubrir sus deudas. Por ese motivo, muchos cementerios sacan de sus nichos a los cadáveres para poder hacer espacio para nuevos ocupantes y ampliar sus rentas.

A pesar de ello, muy pocos cementerios presentan una imagen digna de un lugar de descanso eterno y, dado el crecimiento de la población, los ayuntamientos se enfrentan a la necesidad de ampliar los cementerios, muchas veces en otros lugares ante la imposibilidad de obtener tierras alrededor del camposanto existente.

Se impone la búsqueda de soluciones que permitan a los cabildos tener ingresos y a los ciudadanos una forma eficiente de enterrar a sus difuntos sin una hipoteca de por vida.