¿Curará la ley al enfermo?

No existen dudas de que la Junta Central Electoral tendrá que hacer lo que diga la ley, pero en algún momento la racionalidad tendrá que imponerse en el sistema electoral dominicano.

Aunque en verdad hace falta legislar sobre diversos aspectos de la realidad electoral y de los partidos, no es menos cierto que la mayor enfermedad del sistema es la falta de confianza de los actores políticos -los partidos- que operan en el ambiente político.

Las trampas las hacen los partidos; la compra de votos la hacen los partidos; la desobediencia a los resultados, aunque sean mil a uno, la hacen los partidos, que siempre se han negado a ser regulados.

Por tanto, no hay que poner todas las esperanzas de reforma en unas leyes que los mismos partidos están boicoteando desde sus inicios.

A los políticos les encanta decir que la democracia es costosa y no es verdad. Lo son en nuestro país donde todas las ocasiones se prestan para repartir plata y contratos. Campañas más cortas, control del gasto y otras medidas demostrarían que la política no tiene que ser una carga para el pueblo.