¿Diálogos o cumbres?

Una de las reglas de la administración es que no todos los problemas tienen que escalar hasta el máximo nivel de la empresa o institución.

Para resolver los asuntos menudos están los diferentes estamentos de la entidad. Los máximos niveles discuten políticas, presupuestos, planes de acción y temas de gran calado.

Pero resulta que en el caso de las relaciones entre el sindicato de maestros, la Asociación Dominicana de Profesores y el principal empleador del sector público, el Ministerio de Educación, aun los casos más nimios tienen que discutirse en un “diálogo” entre los máximos dirigentes, o sea en una cumbre.

Por eso resultó auspicioso que en el diálogo realizado ayer las partes hayan designado una comisión que estudie los asuntos por considerar, aunque en realidad quienes debieran actuar son los departamentos correspondientes de Educación que reciban reclamos, individuales o colectivos del sindicato.

Las cumbres deben dejarse para temas de gran envergadura como la reforma de la Ley de Educación, pero la pensión o el nombramiento de un maestro no son cuestiones para “cumbres”.