El lado mental del COVID-19
Los especialistas en la conducta humana están contestes en que la pandemia del COVID-19 dejará secuelas en la psiquis de todos los que han tenido que sufrir las consecuencias de ella.
Los interminables días de encierro, en tantos casos con estrecheces que hacen la vida y las relaciones sumamente complicadas; la enorme crisis económica y las angustias de la pérdida de los negocios, de los empleos, de las perspectivas de futuro, al punto que un ciudadano de clase media exclamó que estaba “a un cheque de la miseria”, y las angustias que se suman: cómo haremos con el año escolar; quién cuidará y quién ayudará en las tareas de los hijos; qué pasará con los planes familiares, el costo de la salud, la inflación que se ve venir, y un interminable etcétera de augurios que no dejan dormir ni enfrentar la vida en forma positiva.
Es importante que se creen líneas de ayuda, que se disponga de más psicólogos y psiquiatras en los hospitales; que las iglesias apoyen decididamente a tantas almas en pena.
En fin, que no descuidemos a tantos hermanos que deambulan por nuestras calles clamando por esperanza.
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