El país de los privilegios

Los dominicanos nos pasamos la vida quejándonos de los privilegios de la “clase gobernante” pero no vemos los pequeños privilegios de que disfrutan sectores de nuestra sociedad sin que aparentemente molesten a nadie.

Nadie quiere formar parte de una sociedad igualitaria, sino que “le saquen lo suyo aparte”. Molesta lo que le dan al otro, pero no si me lo dan a mí.

No hay razón para que el Estado otorgue pensiones a periodistas, artistas, deportistas, etc., si existe un sistema de pensiones. Si el Estado quiere, que aporte al sistema, y que sea el sistema el que otorgue las pensiones de acuerdo con las reglas establecidas.

No hay necesidad de darles placas oficiales a militares y policías. Antes se justificaban en el bajo sueldo que percibían los miembros de los institutos armados, pero el oficial que se puede comprar una yipeta del año puede perfectamente pagar la placa.

Son tantas las exenciones que abundan en esta sociedad de privilegios, que sería apropiado que cada cual hiciera su examen de conciencia antes de denunciar los de los demás. Así criticaríamos menos.