Enfermedad estatal
No pasa una semana sin que algún sindicato de trabajadores del Gobierno, sean maestros, médicos, enfermeras, analistas y otros, no llame a un paro de labores por reivindicaciones de diversos tipos.
Cada paro perjudica a la población, pero eso no parece arredrar a los organizadores.
Evidentemente, aquí siempre hay una excusa para afectar un servicio, pero esa no es la causa fundamental de los paros.
La primera razón es nuestra incapacidad para dialogar, porque diálogo significa reconocer las razones que pueda tener el otro, y eso es punto menos que imposible con algunos representantes sindicales.
La segunda razón es que los gobiernos no responden si no es bajo presión. Por más cartas que se les envíen, no dan respuesta hasta que se altera el orden. Este es un pecado grave.
Finalmente, a los sindicatos les ha ido bien porque luego de la presión las autoridades responden y no hay penalidad para el sindicato, es decir, no se les descuentan los días sin trabajar.
Hay que cambiar esta contracultura.
Delincuencia pone en jaque a sectores en el kilómetro 17 de la autopista Duarte
Recesan para el viernes la audiencia preliminar de los casos unificados Coral y Coral 5G
David Collado califica como “abuso” que un dominicano tenga que pagar hasta US$1,700 por un boleto desde NY a RD
Video | Al Horford insulta a Jimmy Butler en medio del partido
Condenan a 14 años a expresidente de El Salvador Mauricio Funes por negociar con pandillas