Institucionalidad
En los organismos del Estado hay, básicamente, tres tipos de empleo: a) los de libre nombramiento por parte del Poder Ejecutivo y sus delegados, generalmente ministros y directores generales; b) los de carrera administrativa, que no pueden ser removidos salvo por falta grave en el ejercicio de sus funciones, entre otras causas, y c) los que se benefician de un protocolo especial de designación y/o están por contrato con el Estado.
Entre estos últimos se puede mencionar, a manera de ejemplo, los miembros de la Cámara de Cuentas, cuya designación se realiza por medio de un protocolo especial, y por otra parte los que han sido contratados por un período determinado, luego de un concurso público.
El Gobierno tiene que cuidar muy bien las formas para no enviar el mensaje equivocado. A la persona que deja un empleo para participar en un concurso que le garantiza un contrato por determinado tiempo y no ha cometido falta en sus funciones, tiene que serle garantizado su empleo o indemnizarlo. La institucionalidad es fundamental en la buena imagen del Gobierno
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