Invasiones y desalojos
En los últimos días los desalojos de familias en terrenos invadidos han consternado. Son situaciones difíciles de manejar y la constatación de la pobreza contra la que el país luchará por mucho tiempo todavía. Los invasores de terrenos, por otro lado, han causado la ruina de muchas familias dominicanas, impotentes ante bandas organizadas que han hecho de la invasión de terrenos privados un negocio. No es cierto que los terrenos invadidos pertenecen siempre al Estado, ni que el hecho de que sean públicos haga aceptable la invasión.
Las invasiones ocurren en fincas agrícolas, en solares ubicados en pueblos y ciudades y nadie está libre de ser estafado con un título falso... con todos los sellos legales.
Los desalojos se han aliado a la impunidad. Es difícil encontrar el apoyo en los tribunales para lograr un desalojo y el tiempo corre siempre a favor de los invasores. Es más fácil olvidarse de un solar que tratar de recuperarlo.
No es justo ignorar el factor humano, no contemplar la mejor manera de proceder. Pero las invasiones de terrenos, urbanos y rurales, son un problema grave de seguridad jurídica.
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