La calentura y la sábana

El Director de la Policía Nacional ha informado que el cuerpo del orden ha cancelado a más de 1,400 agentes y oficiales por mala conducta.

La expulsión de miembros, lo que ocurre en toda institución, pública o privada, es una política correcta cuando se ha cometido una falta grave, pero es más un síntoma que un problema.

Tradicionalmente, la Policía ha tenido dificultades para el reclutamiento de personal para el cuerpo. Por los bajos salarios y por la pobre imagen de la Policía, la inmensa mayoría de su personal proviene de sectores de muy bajos ingresos y, en general, con bajos niveles educativos.

Todo eso, unido a una deficiente formación y a la inexistencia en la práctica de una verdadera carrera policial, hace muy difícil establecer óptimos niveles de apego a códigos de ética y servicio apropiados.

Si se suma todo esto a que el activo más valioso que tiene un agente es su arma y su uniforme, no es difícil colegir que algunos miembros se dedicarán a actividades ilícitas. La mejoría en el salario permitirá reclutar mejor personal. Eso ayudará a una mejor policía.