¿Mercados o basureros?

Las juntas de vecinos de al menos dos sectores de Santiago se han opuesto enérgicamente a que en los alrededores de sus urbanizaciones se instale el “mercado de pulgas” recientemente desalojado de un tercer sector, Pueblo Nuevo.

Los motivos, los esperables; arrabalización, basura, desorden y ruidos. Es un problema que conocen bien los vecinos de los alrededores del mercado de las pulgas que en Santo Domingo se concentra en la autopista 30 de Mayo y Luperón.

Se entiende que hay una necesidad, que es el empleo de cientos de comerciantes informales. Es un mercado que ofrece a una clientela ya fija unos precios y unos artículos a su alcance. Pero no se entiende que las autoridades municipales y/o regionales sean incapaces de garantizar la higiene, el orden y el respeto a la propiedad privada de urbanizaciones de viviendas ya establecidas en un sector.

Buscar un lugar apropiado, garantizar y exigir a los comerciantes y clientes orden y limpieza es tarea de los ayuntamientos. Planificar es la única manera de desarrabalizar.