Motores y yipetas

Las estadísticas no mienten: las dos categorías de vehículos más vendidos el año pasado corresponden a las antípodas sociales: la motocicleta, el primer vehículo del pobre, y la yipeta, el vehículo de elección de los ricos.

Por diversas razones, las yipetas son convenientes en este país de inundaciones por cualquier lluvia y de imprudentes armados al volante. La yipeta es más familiar, más segura en algunos casos, y se presta para numerosas labores.

La motocicleta por igual. Ha devenido en taxi familiar que lleva los niños a la escuela, sirve para pasear los domingos y, durante el trabajo, para “conchar”, para facilitar empleos y muchos otros usos, aparte de la economía de combustible que representa.

Si lo que retratan se llevara a los extremos, lo que nos dice es que hay una clase que se ha quedado atrapada en medio de la opulencia de unos y la escasez de medios de los otros. O peor aún, que muchos que aspiraban al carro familiar pequeño, han tenido que conformarse con la motocicleta. Sin dudas, un interesante tema para los sociólogos.