Otra vez las armas

Cada vez que ocurre un asalto escandaloso surge el debate sobre la necesidad de que la población se arme para defenderse de la criminalidad.

Es un error.

Lo primero que se debe decir es que el nuestro es un país armado. Más de 200,000 personas tienen permiso de porte o tenencia de armas de fuego. Cerca de 40,000 guachimanes portan armas mientras están en servicio y 35 mil policías andan por las calles con sus armas, para no mencionar a los miles de delincuentes que han conseguido sus armas generalmente asaltando a algunos de los mencionados. Por tanto, no necesitamos más armas en las calles.

En segundo lugar, los delincuentes se apropian de muchas armas asaltando a personas que las portan pero no tienen la destreza para usarlas. Es más peligroso andar armado que sin ellas.

En esto de las armas hay que ser contra intuitivo: se debe prohibir totalmente el porte de armas. Así, todo civil que ande armado en la calle, por definición, es un delincuente y debe ser puesto bajo arresto.

Necesitamos mejor policía y menos armas en las calles.