Una agenda impuesta

Es evidente que alguien está manipulando la agenda nacional y no son los medios de comunicación, que están actuando solamente como amplificadores de la música que está tocando alguien más.

Eso cuestiona seriamente el papel de los medios como orientadores de la opinión pública sobre los temas nacionales verdaderamente relevantes.

Alguien está inventando crisis, fabrica situaciones que muevan a sectores a expresarse para así crear la expectativa de conflicto, y mueve los hilos del poder para que la gente sienta que solo un “salvador” puede resolver.

Quien lo esté haciendo sabe que los gobiernos modernos son “gobiernos de opinión pública”. Por eso, la inversión multimillonaria de la Administración en publicidad y en “otros gastos” que incluyen una abultada nómina de los que el pueblo llama “bocinas”.

Los medios de comunicación tenemos la obligación de informar y orientar y debemos ser lo suficientemente despiertos para no caer en la trampa de los manipuladores. Solo así mantendremos el crédito de la opinión pública y cumpliremos nuestra misión.