Waldo no entiende...

Dialogar es comprender las razones del otro, y estar dispuesto a aceptarlas. No es, ni puede ser una imposición. Se trata de hacer propuestas, y discutirlas, ganando en unas y cediendo en otras. Pero Waldo no parece entender eso.

Por lo que se ha visto, el presidente de los médicos entiende que hay que complacerlo en todo sin discutir. Eso no es diálogo. Conociendo eso, el Gobierno se da un compás de espera para hacer que se equivoque, y Waldo que no sabe dialogar y, por tanto, no entiende el proceso, cae en la trampa.

En las condiciones actuales, los médicos no van a lograr sus objetivos por medios violentos, pero van a perder el aprecio de la gente que reconoce la justeza de algunas de sus demandas, pero que objeta un método que sólo perjudica a los pobres que deben ir a los hospitales.

Si Waldo entendiera, se daría cuenta que el Gobierno, que conoce su perfil, lo está dejando que se queme solo. Si entendiera, estuviera negociando para que se incluyeran algunas de sus demandas en el Presupuesto del año que viene. Pero no entiende...