El carisma

En el país hay "dirigentes", gente con aceptación y líderes de opinión, pero ninguno con carisma, que es una condición especial, un aura que actúa como imán, y que no descansa en belleza física, en intelecto o riqueza. Peña Gómez era "negro" y sin atractivo, y tenía carisma; también Balaguer, enano y endeble, y Adolfo Hitler, un mequetrefe sin don de la palabra. El líder carismático tiene un ángel que no es fruto de marketing o propaganda. Me arriesgo: al margen de Hipólito y Leonel, y muerto Freddy Beras, en el país no hay líderes carismáticos. (Continúa).