El Espía

Cuando la gente dice que no entiende la conducta de los políticos tiene razón, porque muchas veces ésta deja mucho que desear. Un caso: Max Puig, presidente del partido Alianza por la Democracia, que participó en Cuba en las celebraciones de los 160 años de José Martí, y que coincidió allí con el ex presidente Leonel Fernández, a quien atacó duramente en la pasada campaña electoral. Lo que nadie se explica entonces es porqué Puig hizo fila por largo tiempo para saludar a Fernández, luego de su disertación. ¿Doble discurso, o doble otra cosa?