El Espía

La petición, por escrito, al Cardenal López Rodríguez para que meta su mano bendita en la candela perredeísta, no tiene ni pie de cabeza, y no sólo porque de entrada el propio solicitante le resta mérito a su propuesta, sino porque si se observa con detenimiento, nadie fuera del PRD sabe por qué es que ni se pueden ver. No es un problema ideológico, porque ningún sector reniega a la socialdemocracia; tampoco hay diferencias en el modelo económico que postulan ni en la vía para llegar al poder. Así las cosas, parece un asunto de humores y de "bembitas", donde lo único que puede hacer el Cardenal es rezarles un par de Padre Nuestro y bendecirles las armas, si es que insisten en matarse.