El Espía

Temístocles Montás nunca antes había sido aplaudido tanto como anoche durante su extensa perorata económica para presentar un libro de Rafael Correa. Llegó un momento en que fue ovacionado, y Temo sonrió, pensando que se la estaba comiendo, pero era el público desesperado para que finalizara. Pero lo peor no fue eso. Temo, conocido por aquí como el artífice de la política económica de los 8 años de Leonel, coincidió y validó el enfoque del libro del presidente de Ecuador, que es pura candela contra los yanquis y el FMI. Con razón un señor que vestía de blanco se le acercó y le dijo varias cositas. Ahí Temo no sonrió.