El Espía

Decía el refrán de antaño que el que duerme con muchachos (...) ya sabe lo que le va a pasar. Lo mismo acontece a los que se meten en el embrollo entre perredeístas, y mucho más cuando el que se inmiscuye quiere aparentar que lo hace desde una posición equidistante. Trátese de persona o institución, quedará embarrada y perderá credibilidad, cuando con disimulo se quiera echar la "cuaba" a uno de los dos bandos en contienda, mientras se tiene el dinero apostado al otro. Históricamente, el PRD enseña a los que no tienen velas en su entierro, que es mejor ver caer el toro desde las gradas para evitar embarres.