El Espía

Osvaldo Cepeda y Cepeda iba "de ronda" ayer en la maestría de ceremonias del desfile militar. Como siempre, con verbo abundante y léxico impecable, impresionaba por la precisión de fechas y dominio de los procedimientos de los cuarteles. Todo iba bien, hasta que desfiló la caballería de Kalil Haché. Esos animales nunca fallan, e hicieron de la suya frente de la tarima. Y al poquito rato, Osvaldo pifió al decir que era la primera vez que se juntaban una Vicepresidenta y una Primera Dama. El piropo le falló, porque se olvidó de Doña Milagros y Doña Rosa.