El Espía

Los pronunciamientos de Hipólito, acusando de traidor hacia arriba a Miguel Vargas, y la respuesta de éste de que los perredeístas están hartos de las malquerencias intrapartidarias, confirman algo que todo el país, y en especial todos en el PRD se saben de memoria, y es que ese partido está partido por la mitad, y que no se decreta y oficializa la división porque cada bando espera que el otro dé el primer paso, mientras un tercer sector vigila agazapado. O sea, lo que hay mientras se formaliza la división es teatro, puro teatro, y una gran simulación.