El Gobierno debe abrir los ojos

Después de la mancha queda la marca...

El Gobierno tiene que apresurar el paso, porque aunque todo va saliendo mejor que a pedir de boca, no debe olvidarse de la naturaleza de la oposición.

Los buenos sentimientos no duran para siempre, y llegará un momento en que por razones estratégicas, de campaña electoral, tendrá que darse fuego a la lata.

La nobleza por la nobleza misma no es una sábana para cubrir de pies a cabeza, y a veces hasta la envidia se convierte en yerba mala que crece sin parar.

Incluso, debe cuidarse de sus propios congéneres, pues no todos comparten los ideales o se dejan ganar por los principios, y como se sabe, en la confianza es que está el peligro.

Nadie mete las manos en grande, pero ya se habla de pequeños enclaves que resuelven de oficio, y hasta se dan ubicaciones en hoteles o edificios de la capital.

Lo bueno es írseles alante, darles un susto, antes de que se produzcan los reportajes, pues hay situaciones o circunstancias que son parecidas a ciertas manchas.

Que no hay detergentes que las desaparezca.