El pabellón del MINERD

En otras latitudes, cuando un ministro, funcionario, ejecutivo, comete una desfachatez como la ocurrida con el stand de Educación, el Ministro pide disculpas, renuncia y en casos graves hasta se suicida (como el subdirector de la escuela que participaba de la excursión en el ferry volcado y hundido en Corea del Sur, donde fallecieron cientos de estudiantes). El señor Baret sólo dice que para el próximo año va a ponderar las observaciones que se han hecho, pero no se excusa...

R. Escoto

Sicariato

Este tema debe ser puesto en el tapete de manera responsable y asumir como este diario una reflexión critica, sobre una escalofriante cultura del crimen, nunca vista en nuestro país hasta hace unos años atrás. Muchas veces jueces, autoridades y la sociedad misma no ven venir los problemas, hasta que empiezan a tocarle de cerca. Aquí ahora mismo nadie está a salvo. Si se tiene un desacuerdo sentimental, de negocios, político u otra índole, podemos ser víctimas de este criminal mercado de mandar a matarnos por encargo y lo peor por unos cuantos pesos. Presidente, déle un par de domingos a este problema, el campo puede esperar dos semanas. Esto no.

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