El problema

En este país se vive proponiendo la creación de instituciones, cuando todo el mundo sabe que el problema es de falta de responsabilidad de los organismos existentes para resolver las dificultades de nuestro pueblo.

Si cada cual cumpliera con su deber, no habría corrupción administrativa, o al menos, habría mucha gente presa. Si las instituciones cumplieran con sus propósitos, todo funcionaría sobre ruedas.

La ley sólo sirve cuando hay la voluntad de ejecutarla. De lo contrario es un "pedazo de papel" que sólo contribuye a desacreditar todo el proceso.

El caos del tránsito no necesita de nuevas leyes ni instituciones. Bastaría con que las que existen hagan su trabajo, se amarren los pantalones y pongan en cintura a quien haya que poner. Lo mismo puede decirse de todo el aparato del Estado, en particular de los organismos encargados de controlar los gastos y velar por la "buena inversión" de las rentas nacionales.

El problema no es de falta de ley, sino de falta de responsabilidad.