El stress de la reelección llegó

Ese can se lo va a gozar la gente de mil maneras...

El consultor jurídico, de buena gente, no quisiera que sometieran al país al stress de la reelección, y parece que andaba de viaje, pues hace rato que los dominicanos están bailando en esa fiesta.

El funcionario piensa que la reelección sería un fastidio, un stress, y la verdad es otra. La gente se la goza, sin importar si es gobierno u oposición.

Pues no sólo se trata de la reelección, sino del can de la política, que todo lo envuelve, y todos se involucran, de cerca o de lejos, con ganancias o pérdidas.

La política, compay, la política.

Desde antes del Presidente conversar con los periodistas, el tema estaba sobre la mesa, y por igual en la sobremesa, de manera que a este pueblo, si no le dan circo, se busca dos o tres payasos y monta su escena.

Y nunca una mejor que la reelección, que en un tiempo fue maña de uno, pero ahora costumbre de todos. Los reformistas no pueden hablar, pero tampoco los perredeístas, y mejor no decir de los peledeístas.

No hay posibilidad de que ahora un conejo pueda llamar a un burro "orejú", pues las orejas grandes se imponen por naturaleza o imperativo de circunstancia.

Bienvenido, pues, señor stress.