En directo - QUIEN SE SIENTA ALUDIDO, QUE TIRE LA PRIMERA PIEDRA

Por Joaquín Jiménez Maxwell

Es habitual que en la era de la tecnología, a través de los correos electrónicos, tanto los medios gráficos como los columnistas, reciban opiniones de adhesión o en contra de los conceptos emitidos en determinada información, y mi columna en Diario Libre no es la excepción.

En relación a los conceptos emitidos en mi espacio de EN DIRECTO titulado ¡Auxilio, Doña Zaida!, del pasado 16 de julio, recibí una abundante cantidad de correos de personas a nivel nacional e internacional que se identificaron con mi grito de auxilio frente a la falta de control moral de las emisiones radiales y televisivas de nuestro país; pero algunos productores de programas televisivos musicales, me reprochan sin ninguna razón, del por qué también no cité a los "tantos hombres y mujeres que llevan sano entretenimiento a los hogares dominicanos".

Mi respuesta para esos distinguidos y preocupados productores de programas musicales televisivos, es la misma que le he exteriorizado a todos los políticos de ocupación, desde 1963 hasta nuestros días: "Los medios de comunicación, ni los comunicadores, estamos obligados a celebrar las realizaciones de las obras públicas, educativas, de salud y otras de interés general de gobierno alguno, ya que estos fueron elegidos por el pueblo que les mantiene en base a sus contribuciones impositivas bajo la creencia de que estos administrarán con honestidad y capacidad los fondos estatales bajo su responsabilidad. Pero cuando un funcionario por corrupción o ineptitud, viola los principios inherentes a su condición de empleado público, sería un acto de irresponsabilidad de los medios y comunicadores serios no denunciarlos. Esa es la razón por la cual todos los gobiernos ineptos y demagogos, derrochan el dinero de los contribuyentes para anunciar sus obras a través de los medios en espacios pagados.

Pienso que todos aquellos productores de programas musicales de televisión respetuosos de la moral, buenas costumbres y ética no pueden darse por aludidos, porque dicha denuncia fue dirigida a propietarios de televisoras, directores y productores independientes, que explotan comercial e irresponsablemente al sector más ignorante de nuestro país, con la transmisión de los más vulgares y morbosos programas alienantes que empujan a nuestra juventud al consumo de narcóticos y la práctica irresponsable del sexo entre adolescentes de todas las clases sociales.

j.maxwell@codetel.net.do