Apertura y reactivación de la ciudad


A partir de la esperada apertura es vital colocar en la agenda priorizada la necesidad de que la población pueda habitar en una vivienda digna bajo condiciones de seguridad y salubridad. Activar un programa de mejoramiento de barrios contribuye en hacer más eficientes los servicios públicos, acondicionar la calidad de las viviendas precarias, aumentar la cantidad de parques y ordenar el entorno inmediato. Un programa cuyo aporte colateral creará puestos de trabajo para los más necesitados.

La cuarentena demostró un cambio en los patrones de relación, tanto para trabajar como para el ocio; la tecnología continuará brindando la opción del teletrabajo, al igual que el seguimiento a los clientes o reuniones de forma virtual, lo cual reducirá muchos costos, compensará otros y disminuirá los desplazamientos en las calles, contribuyendo a la distancia requerida durante los próximos meses; en cuanto al ocio, la alternativa debe ser la migración de ciertas actividades hacia los espacios abiertos durante. Una apuesta para regresar al verde y lo saludable en un ambiente de seguridad y limpieza.

Para comprar la cuarentena aumentó el uso de la tecnología, lo cual debe continuar en este tiempo para que las compras se encuentren a un click o un paso de distancia, reforzando así las alternativas de adquisición vía web e incentivando la apertura de MiPyMes en cada uno de los barrios de la ciudad, para fomentar los desplazamientos a pie y recuperar un sector clave de la economía. A través de las modalidades locales de “deliverys” y marchantes también se acercan los productos a la gente.


Finalmente el mover como resultado de los desplazamientos ha sido impactado por el distanciamiento físico, de manera que la reducción en la oferta de transporte colectivo requerirá más unidades de alta capacidad para que la disminución de los pasajeros no impacte en el precio del pasaje; esto podría incidir en un aumento de los desplazamientos privados, para lo cual necesitamos un programa para la reducción de los movimientos y a su vez organizar el uso de suelo para que los movimientos sean cada vez más cercanos y se realicen a pie o en bicicleta.

Sin lugar a duda esta nueva normalidad demanda ajustes en los patrones de conducta, lo cual nos permitirá adaptarnos a este espacio atrapado temporalmente por los riesgos de contagios y que servirá para construir las bases de una mejor ciudad.

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@erickdorrejo