Pandemia, Economía y Elecciones

Luego de más de 50 días del primer caso y más de un mes en estado de emergencia nacional, toque de queda y demás, no hay señales a la vista de contención de la pandemia.

1.- La prolongación de la pandemia del coronavirus mantendrá a su vez la parálisis de la economía y determinará la celebración o no de las elecciones el 5 de julio. O dicho de un mejor modo: la reactivación económica y la celebración de las elecciones depende en mucho de la efectividad de la estrategia de contención del COVID-19.

2.- A partir de la premisa anterior, cualquier persona sensata se plantearía que lo lógico y responsable es que el Gobierno dominicano se emplee a fondo en aplicar las medidas que se han mostrado más adecuadas para detener la pandemia.

3.- Más allá de las aseveraciones fantasiosas del último discurso del presidente de la República, la estrategia del Gobierno no ha sido nada asertiva. Luego de más de 50 días del primer caso de coronavirus y más de un mes en estado de emergencia nacional, toque de queda y demás, no hay señales a la vista de contención de la pandemia.

4.- Las medidas adoptadas por los países más exitosos frente a la pandemia son tan claras que llama a suspicacia que el Gobierno no las implemente. Sabemos que no hay contención de la pandemia (I) sin la aplicación de la prueba de forma masiva y gratuita siguiendo la ruta de contactos de los infectados sintomáticos para ir identificando los asintomáticos. Identificados los portadores del virus entonces viene (II) el aislamiento y atención médica. Como serán muchos, hay que (III) concertar acuerdos con las cadenas de hoteles, que en la actualidad tienen miles de habitaciones vacías, para el alojamiento de los casos de menor gravedad; (IV) dejando para los casos más graves los hospitales, clínicas y unidades de cuidado intensivo. Esta estrategia además debe ser fortalecida por el cumplimiento estricto del (V) distanciamiento físico y por (VI) el uso de mascarilla y (VII) las medidas de higiene personal.

5.- De forma inexplicable, las autoridades no han seguido esta línea de trabajo: siguen concentradas en los contagiados sintomáticos. Además, siguen las aglomeraciones en bancos, supermercados y en concentraciones como la que acaba de producirse ayer domingo en Puerto Plata, con la presencia de autoridades locales.

6.- En cualquier país con unos mínimos de institucionalidad democrática, el Poder Ejecutivo y el Congreso estarían activos concertando al conjunto de sectores políticos, económicos, sociales y ciudadanos para debatir todo lo que está envuelto en la pandemia y sus consecuencias, para ir definiendo una agenda y estrategia de trabajo de responsabilidades compartidas.

7.- De esa concertación surgirían ideas, planes, estrategias, no solo para enfrentar la pandemia, sino también para detener la actual parálisis económica. De ahí podrían identificarse los sectores de la economía que, siguiendo el protocolo adecuado, puedan reactivarse. Igual, definir mecanismos viables para el apoyo con crédito formal a la industria, la mipymes, la agropecuaria y la agroindustria así como identificar mecanismos de comercialización de la producción que permitan una distribución equilibrada que evite el desabastecimiento de provincias y la especulación en otras. En ese escenario se pueden concertar acuerdos para homogeneizar una estrategia-país para la moratoria del pago de la deuda pública. Asimismo, pactar la reestructuración del presupuesto, estableciendo las nuevas prioridades y fuentes de ingreso. También cómo salvar el año escolar.

8.- ¿Por qué el gobierno de Danilo Medina no actúa en la dirección indicada? La respuesta es sencilla: está viendo en la pandemia una oportunidad para posicionar al candidato oficialista y garantizar la continuidad del peledé en la dirección del Estado. Para eso, su estrategia ha sido mostrarse, sin serlo, como un gobierno autosuficiente, que tiene el control de la situación y que al mismo tiempo reparte atenciones médicas, dinero, alimentos, y de esa forma gana tiempo y nuevas lealtades clientelares en el electorado.

9.- ¿Qué perspectiva hay para que las elecciones generales extraordinarias presidenciales y congresuales se celebren el 5 de julio? El Gobierno, con el manejo de la pandemia, aparenta tener el toro agarrado por los cuernos: puede ralentizarla si quisiera que no se celebren en esa fecha o emplearse a fondo para aplanar la curva si viera su celebración conveniente a sus intereses. Si fuera lo primero, ya ha montado un coro de bocinas pagas para que divulguen que de no celebrarse las elecciones a Danilo Medina le corresponde continuar en el poder más allá del 16 de agosto hasta la celebración de esos comicios 10.- ¿Qué hacer? A la oposición política y a todos los sectores sociales y ciudadanos democráticos, nos corresponde concertar la más amplia y contundente movilización de la opinión pública, aun en las adversas condiciones actuales, para detener los planes continuistas de Danilo Medina y del peledé.

En ese sentido: I) No parar de exigir al Gobierno la adopción de las medidas y estrategia adecuadas para aplanar la curva de la pandemia; II) requerir de la Junta Central Electoral la definición, junto a los partidos políticos, de un protocolo que le dé plena seguridad a la ciudadanía de que se podrá acudir a votar el 5 de julio sin peligro de contagio del coronavirus.

Guillermo Moreno es abogado y político. Presidente de Alianza País.