Esperanza

Siguen sumándose instituciones, organizaciones y representantes de diferentes ámbitos de la vida nacional. La sociedad, la ciudadanía exige que se ponga un alto a la corrupción.

La clase política se enfrenta a una sociedad dispuesta a marcar el paso de la lucha contra la corrupción. Una batalla que en realidad nunca se ha planteado en los términos sinceros y correctos. En un momento se perdió la esperanza de que alguna vez las cosas podrían enmendarse, pero ahora vivimos un tiempo de renovada expectación.

En cualquier esquina, tertulia o conversación escuchada al azar, se siente el enfado ciudadano. No era posible seguir por esa vía. La clase política está siendo muy severamente criticada. La lucha contra la corrupción debe ser posible, la farsa debe terminar. Y no puede terminar cerrando en falso.

Los ciudadanos sienten que algo está comenzando a cambiar. Si los políticos no entienden el mensaje, perderán una ocasión de oro para hacer algo grande por la Patria.