Hagan juego, señores

Que una universidad, UTESA, pida permiso para operar un casino parece cuando menos extraño. La excusa (claro que hay una) es que la sala de juegos y apuestas operaría en el hotel que su escuela de hotelería maneja en Mao. El horario para los interesados será de 4.00 p.m. a 6.00 a.m., y la apuesta máxima US$500.

Si se propusiera inaugurar un laboratorio, una granja escuela, una escuela de idiomas, una microempresa para fomentar el emprendimiento, una editora… cualquier actividad formativa para sus alumnos y de provecho para el país, se entendería. Se aplaudiría.

Pero si algo sobra son puntos de apuestas, loterías, juego y bancas… Con legisladores y alcaldes con fuertes intereses en el mundo del juego, es normal tal abundancia “de oportunidades”.

Con el 4% a la Educación, la sociedad dominicana pidió y aceptó un proyecto a largo plazo. Avanza el plan contra el analfabetismo, se suman estancias infantiles, tandas extendidas… Falta mucho, y falta, sobre todo, preparación del profesorado. Digamos para consolarnos que hemos empezado por la cantidad, y que ahora toca tomarse en serio la calidad.

Si las universidades pusieran más y mejor empeño en formar formadores, en contratar y preparar mejores profesores avanzaríamos más rápidamente. Pero si su interés es montar un casino, podemos apostar a que falla algo en este engranaje.

(Quién sabe… quizá el proyecto sea hacer de cada crupier un magíster en la Teoría de Juegos).

IAizpun@diariolibre.com