Hasta Junot tuvo que hablar claro

Antes era común oír o decir: "ah dominicanos que les gusta una chercha", y lo de chercha se aplicaba a cualquier discusión ligera.

Un tema que fuera de boca en boca, y que Radio Bemba, como transmitía sin cristales, lo convertía, como se dice ahora, en viral.

Sin embargo, lo que iba y volvía nunca se salía de su cauce y era agua mansa que refrescaba, e incluso aclaraba, como en la canción, al paso de la corriente.

Ahora el debate a ras de suelo se provoca y se produce en tono y ánimo diferentes. No se habla bajito, sino al contrario, se sube la voz, y en vez de distendidos, todos los ceños lucen fruncidos.

El caso haitiano, por ejemplo, se trata con un fanatismo propio de aguiluchos y liceístas, y los dominicanos de un bando o del otro se faltan.

Más de un compadre se olvidó del sacramento.

Igual, más de una remesa dejó de llegar, porque el familiar en la isla adopta una posición distinta o contraria al que se cantea desde la urbe.

Hasta a los escritores los halan para lo hondo, y Junot Díaz tuvo que decir en inglés y aclarar en español, para estar bien allá y mejor aquí.