Instalaciones sin dolientes

Se deterioran y no aparece quién se preocupe por ellas

No hay dudas de que si unas instalaciones deportivas se deterioran y convierten en inservibles, es porque no se les daba uso, ni nadie se interesaba en conservarlas.

Las construye el gobierno central, y como es natural, las olvida, porque el mantenimiento no está entre sus prioridades. Pero -- ¡ cónchole ! -- nunca aparece un ayuntamiento o junta de vecinos o fundación que se ocupen de su preservación.

La situación es grave y la actitud desconcierta, puesto que ni los propios deportistas, a quienes van destinadas, y que de seguro las reclamaron de mala manera, hacen nada por rescatarlas.

Cuando las demandaron hacían falta, y ahora no. ¿Quién entiende?

Ahora, cuando algún medio se interesa, y hace el consabido reportaje, si aparecen sectores diversos denunciando el abandono, y como al gobierno corresponden todos los platos rotos, se culpa a las autoridades.

Aunque, claro, no se puede negar su responsabilidad.

Pero fuera bueno que los dolientes se mantuvieran atentos, y sobre todo pusieran empeño todo el tiempo, y no de manera ocasional.

Por dar una mano de pintura a nadie se le cae el brazo.