Juliana, Yoani y Malala

Si Juliana Deguis se siente dominicana, el peor de los gestos es criticar al país y su gente. Con esa actitud no abre puertas ni tiende puentes. Ahí está la cubana Yoani Sánchez, paseada por el mundo sin que siquiera tuviera entereza para denunciar en el Congreso de EE.UU. el criminal embargo contra su pueblo. Y el de la adolescente pakistaní Malala, herida por un talibán, a la que robaron su inocencia, secuestraron y manipularon hasta convertirla en una sutil marioneta de occidente contra su propio mundo.